Por Daniel Andrade
No hay una bebida como el tequila. Representa todo lo que México es y mucho más. Hay una ‘sensualidad’ que todas las bebidas alcohólicas tienen y el tequila lo demuestra más que las demás. El tequila se hace de la planta de agave, de la que existen numerosas variedades dentro de todo México y parte del mundo. Sólo una variedad, el agave azul tequilana Weber, se utiliza para hacer tequila.
Esta noble planta es un miembro de la familia de las liliáceas y tarda en crecer de 7 a 10 años (para que quieres más añejamiento), es ahí donde estará bajo el sol caliente mexicano antes de poder ser cosechada. Es el agave, lo que le da el sabor al tequila y su efecto único sobre el sistema nervioso. El efecto del tequila es el resultado de todas esas horas de la energía del sol almacenada en el agave.
El tequila es un producto de la tierra y cuando se produce correctamente y es natural, es beneficioso para la salud, cuando se toma con moderación, al igual que el vino tinto. Tequila es una síntesis de la cultura Mesoamericana Pre-colombina y la cultura Española. A la llegada de los Españoles a México, encontraron que los nativos tenían una bebida alcohólica llamada pulque. Estos conquistadores trajeron con ellos el arte y el conocimiento de la destilación que se aplican a esta bebida nativa. El Resultado fue llamado “Vino de Mezcal” (mezcal es el nombre original de la planta de agave), la primera expresión de lo que ahora se ha convertido en el tequila.
Si estas comenzando a beber tequila te damos la siguiente recomendación
1.- Comienza por el tequila blanco, que no pasa por barricas y que sabe a agave. Este tipo de tequila es cristalino con matices plateados, brillante, luminoso y de gran cuerpo. El cuerpo lo da el alcohol. Los hay de 38%, pero puedes encontrar de puntas con un contenido alcohólico de hasta 75 grados. El cuerpo es la permanencia en el paladar, el aroma. Debe tener ciertas notas frutales, ya sea de manzanas verdes, cítricos e incluso uvas; también de flor de azar y un toque muy ligero de pimienta. Lo que la nariz indica, lo debe confirmar el paladar. Se debe cumplir esta promesa olfatoria de agave cocido. El reposado es el más popular entre mexicanos hombres, es el equilibrio entre un tequila blanco y añejo... Da un toque de madera. Las mujeres prefieren el tequila añejo.
2.- El tequila no se debe enfriar nunca. Siempre se debe tomar a temperatura ambiente. Entiendo a quienes han impuesto esta moda para vender más, pero el tequila nunca se debe tomar frío.
3.- La sal y sangría es mejor para bebidas más aguardentosas. Recomiendo chaser de agua natural o mineral para irse acostumbrando al sabor que capta el paladar a partir del segundo trago y de lo que captó el olfato. El buen tequila se toma solo. El tequila se puede beber como aperitivo (blanco), con un primer tiempo (reposado), con platillos fuertes (añejo) y con un buen postre (extrañejo).
4.- Te recomiendo acompañarlo con tunas verdes y queso Oaxaca, ya que acompañan el aroma y sabor de agave cocido.
5.-Si es quincena y te quieres lucir con la suegra te recomiendo que compres una botella de Tequila extrañejo; Es color ámbar, brillante, luminoso, con cuerpo. Predomina el sabor a roble blanco con agave cocido y frutos secos (higos, manzanas, chabacano, nuez y chocolate negro). Es dulce y amaderado. Se acompaña con mousse de chocolate y queso camembert o brie o con mermelada de higos y pan francés.
#ATodosNosEncanta
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